Portada Lorient 2004 Días de siesta y sonidos astures

Días de siesta y sonidos astures

by asturnet

En Lorient hai más días que longanizas. Hay días para no parar de danzar. Días para quedar afónico. Días para no adormecerse ni un segundo. Y días para dormir seguido. Y algunos que, sin ser agotadores, le ponen impedimentos al disfrute de lo de uno. El martes 3 de este agosto de 2004 fue de estos últimos.

No hubo mucho que hacer por la mañana. Nada más que acercarse al Gran Teatro de Lorient para escuchar el inicio de los ensayos del estreno del jueves de Ramón Prada, para sentir los primeros compases en tierras bretonas de ‘Keltikhe’. Pero despues de comer se acumulaban los trabajos. Los interesados en seguir las evoluciones de los representantes asturianos en Lorient debían andar atentos para poder aplaudir a Los Gatos del Fornu en el Palacio de Congresos a eso de las cuatro de la tarde y a continuación salir corriendo hacia el Cabaret del Festival, donde ya estaban sonando las gaitas de la Banda de Candás.

Y lo hicieron sobradamente bien. Llegaron a tiempo de ver la segunda actuación de Los Gatos del Fornu en Lorient, más sosegada que la primera, con los problemas del sonido propios de los escenarios donde apenas se puede ensayar nantes de salir a escena, pero definitivamente superados por el buen hacer de los componentes de este grupo serio y bien cohesionado que le dedica un mínimo cuidado al directo.

Apoyándose en las voces limpias y tradicionales de Rosa y Ana, Los Gatos pusieron el acento moderno a una tarde en el Palacio de Congresos muy tradicional y, mezclando sus sonidos más fusionados con los cantares tradicionales del occidente, acertaron a ganarse a un público que no cesó de aplaudir en el último tramo de la actuación. Una parte postrera que Los Gatos resuelven sobradamente bien con un pequeño concursu en el que ofrecen un CD a quien de entre el públicu se anime a subir al escenario y acompañar a Rosa y Ana con un estribillo a lo ‘la,la,la’ en versión tradicional del Occidente que resulta gracioso y oportuno y es desde luego un buen final para un concierto bien planificado en el que sólo se echa en falta lo mismo que se les olvida a todos los demás grupos de folk asturianos, desde los más veteranos como Llan de Cubel a los más recientes pero consagrados como Niundes: sentido del espectáculo. No es que no cuiden el directo. Lo hacen desde la perspectiva musical, pero no desde la espectacular.

Lo más difícil del mundo en un concierto de un grupo folk asturiano es poder hacerles una foto juntos sobre el escenario a todos los componentes. Puede haber una o dos oportunidaes en todo el concierto. Ninguna más.

Todavía sigue uno aplaudiendo a Los Gatos del Fornu y ya está contemplando la presencia en el escenario de la Banda de Gaites de Candás. Pocas bandas tienen el cuajo de la candansina sobre el escenario. Y pocas se las arreglan tan bien para que les sirva un escenario como el del Cabaret para brillar como lo hizo este martes la Banda de Gaites de Candás. Un repertorio tradicional, pero sin olvidar esos arreglos que les dan un aire nuevo a las bandas asturianas, le bastó a la banda candansina para cosechar aplausos abundantes en el Cabaret y llamar la atención de un público que es muy exigente con las bandas de gaitas, de honda tradición en Bretaña. La Banda ya había participado en varias actuaciones en el Estadio de fútbol, dentro de las noches del Festival, la primera vez el sábado en la noche de las cornamusas y este mismo martes en la primera noche mágica, pero en el Cabaret era la primera vez que lo hacía en una carpa y pasó la prueba con nota.

La noche se hace tranquila y fertil. No hay actuaciones asturianas y se puede disfrutar de encontrar a nuestros músicos paseando por Lorient y yendo hacia los escenarios donde la música ‘cajún’ abarrota el Hall de Mostoir (un bonito gimnasio reconvertido en maravillosa sala de conciertos alternativos) o a escuchar a Susana Seivane junto a la Bagad Kemper en las afueras del Gran Teatru donde el lleno absoluto obliga a los organizadores a proyectar sobre un muro las evoluciones en el escenario con una sonorización muy bien planteada.

Y la noche se alarga hasta que la amenaza de la lluvia que va a llegar seguro al día siguiente se hace notar.

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